Una mañana soleada una pequeña oruga caminaba dirección al sol. Había soñado tantas veces con estar en la montaña más alta observando el valle desde allí arriba... Cuando de pronto se topó con un escarabajo el cual le dijo:
- ¡Estás loca! ¿Cómo vas a llegar tú hasta aquel lugar tan alto con esas patitas tan cortas? Ni aún con las patas largas podrías lograrlo. Jajajaja.
La oruga no le prestó atención y siguió su camino. De pronto el escarabajo se sorprendió cuando al volver a mirar a la oruga vio que ésta se había convertido en una bella mariposa la cual volaba hacia la montaña donde por fin, pudo cumplir su deseo.
¡Hola!
Como veis hoy os traigo una historia de superación, una historia de ''im''posibles. ¿Cuántos de vosotros ha sentido el deseo de abandonar algo rutinario por algo emocionante alguna vez? ¿Quién ha escuchado a un ''escarabajo'' que le decía que le sería imposible lograr su objetivo?
Vengo a deciros que en esta vida hay que ser mariposa. Luchar y pelear por todo aquello que deseamos, ya sea una persona, un lugar, un trabajo o un objeto. Sobra decir que siempre que esto no influya negativamente a nadie.
Quiero poneros el ejemplo de un amigo mío.
En el momento en que esta historia sucedió él acababa de cumplir 22 años. Tenía un trabajo estable y contrato fijo desde hacía 4 años y una pareja estable con la que vivía también desde hacía 4 años. Sentía que su trabajo le superaba, no era lo que él había soñado y empezada a sentirse mal consigo mismo. Llegó un momento en el que se paró y nos dijo, ¡hasta aquí!. Cogió una mochila dos pantalones, dos camisetas y unas zapatillas, se despidió del trabajo y sin ahorros voló para Argentina a realizar el sueño de su vida. Recorrer Sudamérica con una mochila y un amigo, nadie confiaba en que lo lograra. Ayudaba en campos a cambio del alquiler de una habitación en la casa de los dueños de éste, etc. Tres años después nos cuenta a la vuelta que eso le salvó la vida, de la espiral de depresión en la que estaba cayendo.
Mucha gente con la que hablo y les cuento experiencias que conozco, me explican que ellos no tienen suficiente dinero como para hacer esos cambios tan drásticos en la vida. Y les comprendo, no son tiempos fáciles para nadie pero no hace falta hacer un cambio brusco del día a la mañana si tenemos este tipo de problema, podemos modificar pequeñas cosas de la vida, acciones, estilos de vida, para ir cambiando las cosas desde abajo e ir escalando hacia la meta.
La forma de vivir que tenemos hoy en día no es sana, nos dejamos arrastrar por la locura del día a día, atascos en la carretera, colas en los bancos, cuidados de los hijos, problemas económicos y un largo etc. Nos olvidamos de nosotros, de lo que realmente nos apasiona y nos hace mantenernos vivos.
Mi conclusión es que hoy en día no vivimos, sólo respiramos y nos movemos de un lado a otro.
Por lo que animo a todo el mundo, a que dediquéis 5 minutos de vuestro día a pensar: ¿Esto es realmente lo que me gusta? ¿Soy feliz de la manera que estoy llevando mi vida?
Recordad, NADA ES IMPOSIBLE. Antonio Meucci no estaba siendo realista cuando se le ocurrió inventar el teléfono, ¿un aparato que hace que pueda hablar con una persona que está al otro lado del país? Hoy en día lo tenemos señores y señoras. Y como este, inventores mil. No hay que tener miedo a fallar. Fallar es aprender y avanzar hacia lo que realmente tenemos en mente.
Ánimo y espero que logréis vuestros sueños.
LOS NIÑOS ESTABAN SOLOS (Jorge Bucay)
ResponderEliminarSu madre se había marchado por la mañana temprano y los había dejado al cuidado de Marina, una joven de dieciocho años a la que a veces contrataba por unas horas para hacerse cargo de ellos a cambio de unos pocos pesos.
Desde que el padre había muerto, los tiempos eran demasiado duros como para arriesgar el trabajo faltando cada vez que la abuela se enfermaba o se ausentaba de la ciudad.
Cuando el novio de la jovencita llamó para invitarla a un paseo en su coche nuevo, Marina no dudo demasiado. Después de todo los niños estaban durmiendo como cada tarde y no se despertarían hasta las cinco.
Apenas escucho la bocina cogió su bolso y descolgó el teléfono. Tomo la precaución de cerrar la puerta del cuarto y se guardo la llave en el bolsillo. Ella no quería arriesgarse a que Pancho se despertara y bajara las escaleras para buscarla, porque después de todo tenia solo seis años y en un descuido podía tropezar y lastimarse. Además, pensó, si eso sucediera, ¿como le explicaría a su madre que el niño no la había encontrado?
Quizás fue un cortocircuito en el televisor encendido o alguna de las luces de la sala, o tal vez una chispa en el hogar de leña; el caso es que cuando las cortinas empezaron a arder el fuego rápidamente alcanzo la escalera de madera que conducía a los dormitorios. La tos del bebe debido al humo que se filtraba por debajo de la puerta lo despertó. Sin pensar, Pancho salto de la cama y forcejeo con el picaporte para abrir la puerta pero no pudo.
De todos modos, si lo hubiera conseguido, el y su hermanito de meses hubieran sido devorados por las llamas en pocos minutos. Pancho grito llamando a Marina, pero nadie contesto su llamada de auxilio. Así que corrió al teléfono que había en el cuarto (el sabia como marcar el numero de su mama) pero no había línea. Pancho se dio cuenta que debía sacar a su hermanito de allí. Intento abrir la ventana que daba a la cornisa, pero era imposible para sus pequeñas manos destrabar el seguro y aunque lo hubiera conseguido aun debía soltar la malla de alambre que sus padres habían instalado como protección.
Cuando los bomberos terminaron de apagar el incendio, el tema de conversación de todos era el mismo: “¿Como pudo ese niño tan pequeño romper el vidrio y luego el enrejado con el perchero? ¿Como pudo cargar al bebe en la mochila? ¿Como pudo caminar por la cornisa con semejante peso y bajar por el árbol? ¿Como pudo salvar su vida y la de su hermano?”
El viejo jefe de bomberos, hombre sabio y respetado les dio la respuesta:
-Panchito estaba solo… No tenía a nadie que le dijera que no iba a poder.
ME ENCANTA LA FRASE, Y ESTA HISTORIA LA DEMUESTRA A LA PERFECCIÓN.
Hermoso cuento también :)
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