viernes, 11 de abril de 2014

Las casualidades no existen.

¿Os habéis encontrado alguna vez sumergidos en una situación en la que no entendiste? ¿Os han despedido de algún trabajo sin razón alguna o razones absurdas? ¿Estabais decididos/as a estudiar en una ciudad y no os han admitido en el lugar? BIEN.
 
Aunque os suene raro, es lo que tenía que pasar. Seguramente la situación que no entendíais ahora, cobrará sentido más tarde; el trabajo del que os despidieron no era adecuado para vosotros y más tarde surja la oportunidad que realmente esperabais; y sí, seguramente tú, que tuviste que irte a estudiar a otra ciudad y no pudiste quedarte en tu ciudad con tus amigos de siempre, hayas hecho amigos excelentes para toda la vida e incluso hayas encontrado el amor de tu vida allá donde te tocase ir.

Nací en el centro-este, me crié en el norte y estudio en lo más sur de España. Durante mis 22 años hubo muchas ocasiones en las que no entendía el porqué de las cosas. Viajé sin rumbo durante mucho tiempo, conocí culturas, personas, estilos de vida, etc. La pareja con la que estuve durante 6 años y medio y la que conocí en el centro-este de España tuvo que mudarse con toda su familia a América del sur, tampoco lo entendí. ¿Qué haría yo tan lejos de él? Un sentimiento de impotencia y rabia contra el mundo me invadió. Ya han pasado dos años desde entonces. Comencé a entenderlo a los tres meses de irse, todo tenía un porqué. El primero, la oportunidad que se me estaba dando de conocer mundo, con lo que lo aproveché y marché 5 meses a viajar por América latina. Bello. En segundo lugar, se me estaba dando la oportunidad de conocerme a mi misma, aprender donde estaban mis límites. Por lo que también lo aproveché y me fui a estudiar absolutamente sola, sin conocer a nadie al sur. Y por último, y la razón que desde el principio cambio, esta situación, me había intentado decir, es que esa persona y yo no debíamos seguir juntos el camino de la vida. Por lo que seis años y medio después la relación se rompió. 

Sí, al principio los cambios son duros, no entendemos el motivo por el que ocurren, porqué nos tienen que pasar cosas ''malas'' a las buenas personas. Sin embargo, el tiempo nos demuestra, que es lo que tenía que ocurrir, por A o por B. Son situaciones que deben ocurrir para dar paso a algo mejor, para poder evolucionar como personas. Cuando va pasando el tiempo y vas colocando todas las piezas del puzle que antes no encajaban vas viendo que ahora forman un cartel con una frase en clave. 

Cuando ocurra algo parecido en tu vida que te desconcierte, que te desbarajuste los planes date un sólo día para llorar por ello. Entiende que hay buenas razones para que eso esté ocurriendo. No hablo de religión, ni de culturas, ni estilos de vida ni forma de pensar, hablo de experiencias. Dale un voto de confianza a la''mala racha'' que estás pasando. Después de la tormenta siempre viene la calma. Y puedo decir con toda certeza que la frase se ajusta a la realidad. Las coincidencias no existen.
Confía en las cosas buenas que puedan pasarte, no dejes arrastrarte por algo que no salió como quisiste porque eso indica que es una nueva oportunidad que traerá cosas que no te imaginabas en tu plan anterior.

¡Suerte!

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